Vivimos en una época en la que una buena campaña de marca ya no es suficiente. La reputación se ha convertido en un activo intangible tan poderoso que puede elevar —o hundir— a una empresa, independientemente de su tamaño o facturación. Ejemplos tenemos de sobra en el mercado. Y por eso, el informe Global RepTrak 100, elaborado anualmente por The RepTrak Company, se ha vuelto un referente clave para comprender cómo se construye (o se erosiona) la admiración hacia las marcas a nivel mundial.
Este 2025, el ranking ha vuelto a poner en el centro del debate la importancia de la coherencia, la ética, la innovación, la sostenibilidad y la experiencia del cliente como factores fundamentales para la reputación. Y es que en un mundo donde cada decisión de negocio se amplifica digitalmente en segundos, la manera como las empresas actúan y comunican sí que importa.
¿Qué es el Global RepTrak 100?
El Global RepTrak 100 es el estudio de reputación corporativa más grande y consistente del mundo. Ya lleva más de 20 años evaluando a las empresas globales con mayor reconocimiento en función de su reputación general, basada en la percepción que tienen los consumidores sobre ellas en distintos países.
Para construir este ranking, RepTrak combina millones de percepciones públicas con un modelo de medición estandarizado. En su edición 2025, analizó las opiniones con más de 200,000 encuestas en las 14 mayores economías, evaluando a más de 2,000 marcas de diversos sectores, que cumplan una serie de requisitos, como tener una ganancia anual de más de USD 2 billones.
¿Qué evalúa exactamente?
La metodología del Global RepTrak se centra en la puntuación de reputación emocional (o RepTrak Pulse), que mide el aprecio, estima, confianza y admiración general que una empresa genera. Pero ese valor agregado se alimenta de siete dimensiones clave que, combinadas, explican el prestigio corporativo:
- Productos y servicios: calidad, valor, innovación, confianza.
- Innovación: capacidad de adaptarse al cambio y liderar con nuevas soluciones.
- Entorno de trabajo: cómo trata la empresa a su gente y qué cultura promueve.
- Gobernanza: ética, transparencia y conducta justa.
- Ciudadanía: impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente.
- Liderazgo: visión clara y liderazgo inspirador.
- Resultados financieros: rentabilidad, crecimiento y perspectivas a futuro.
Este enfoque demuestra que la reputación no se gana solo por lo que se vende, sino por cómo se actúa y se conecta con la sociedad. No basta con un buen producto si no se es coherente en todos los frentes.
Las 10 empresas con mejor reputación del mundo en 2025
Este año, el ranking presenta un mix interesante de empresas industriales, tecnológicas, de consumo y de lujo. Todas comparten algo más allá de sus productos: una gestión integral de su reputación, construida con consistencia, valores claros y conexión emocional con sus públicos:
- The LEGO Group
- Rolls-Royce
- Rolex
- Harley-Davidson
- The Bosch Group
- Mercedes-Benz
- Ferrari
- Canon
- Adidas
- Sony
¿Qué nos enseña este ranking?
Una de las lecciones más importantes que deja el RepTrak 2025 es que la reputación no se compra; se construye. Y se construye en la intersección entre coherencia, propósito, desempeño y comunicación.
Además, muestra que la reputación no es patrimonio exclusivo de las empresas tecnológicas o de lujo. Cualquier organización, sin importar su tamaño o sector, puede aspirar a una buena reputación si alinea sus acciones con valores y se comunica con autenticidad.
Cómo impactar positivamente la reputación desde una estrategia de comunicación
Para quienes trabajamos en reputación corporativa, este estudio es una hoja de ruta. Aquí algunas claves que pueden aplicarse desde la comunicación:
- Escucha activa y vigilancia constante: monitorizar qué se dice, cómo se percibe y dónde se conversa sobre la marca es vital. No se puede gestionar lo que no se mide.
- Transparencia proactiva: comunicar más allá del marketing. Informar sobre avances, desafíos y decisiones estratégicas genera confianza.
- Propósito claro: las marcas necesitan un propósito que vaya más allá del negocio. Las que conectan con causas generan lealtad emocional.
- Gestión de crisis basada en empatía y acción: más allá de la emisión de comunicados, la empresa debe ser capaz de actuar con rapidez, responsabilidad y humanidad.
- Coherencia entre lo que se dice y se hace: La reputación se cae cuando la narrativa no se alinea con los hechos. La autenticidad no se improvisa.
¿Por qué importa este ranking?
La reputación es hoy uno de los principales activos intangibles de cualquier organización. Afecta la lealtad de los clientes, el talento que atrae, la cobertura que obtiene en medios y hasta su valoración en bolsa. Empresas con mejor reputación tienen más margen para recuperarse de una crisis, más influencia sobre la opinión pública y más facilidad para crear alianzas estratégicas.
Además, este ranking nos recuerda que las percepciones importan tanto como los hechos, y que la forma como las empresas se presentan al mundo necesita una gestión estratégica, alineada con valores, propósitos y narrativas auténticas.
Reflexiones finales
En un contexto global marcado por la desconfianza, la sobreinformación y el escrutinio constante, la reputación se convierte en un indicador del comportamiento corporativo real. Ser admirado, hoy, no es un premio de simpatía: es el resultado de una gestión consciente, coherente y responsable.
Las empresas que lideran este ranking no solo tienen productos admirables. También son vistas como actores que contribuyen al bienestar colectivo, a la sostenibilidad del planeta y a la construcción de una economía más humana. La reputación no es humo. Es lo que queda cuando el marketing se apaga.
Más allá de ser un ranking de marcas admiradas, el Global RepTrak 100 es una radiografía del nuevo contrato entre empresas y sociedad. Uno donde ya no basta con tener buenos productos o resultados financieros, sino que debe ejercer liderazgo con propósito, actuación con ética y comunicación con humanidad. Aquí puedes descargar el informe completo.